Estoy un poco desanimada. Lo de no saberme el tema era algo que me podía pasar pero que no había pensado. Por una vez, yo que muchas veces peco de pesimista y pienso en lo peor, confiaba en que eso no me iba a pasar. Y me pasó. Ahora tengo que ponerme fuertemente con la programación y las unidades didácticas, mi gran y última esperanza. En esta parte no influye la suerte, depende de mí misma, de ser capaz de controlar los nervios delante del tribunal y por mi experiencia de otros años sé que lo consigo. Aún no sé el día que me tocará. Por el momento tengo que ir este miércoles otra vez a León a la apertura de sobres.
En cuanto a mi finde... bien, estuvo bien. Quizás un poco empañado porque la primera pregunta que me hacían mis amigos al verme era que qué tal las opos. Salimos vestidos de romanos. Muy buen ambiente por las calles, mucha gente.
Con A. ninguna novedad. La semana pasada estuvo aquí en mi ciudad porque estaba de vacaciones y es lucense también. Hoy empezaba a trabajar. El sábado noche estuvimos hablando bastante tiempo. De mis opos, de su trabajo, de su piso,... Pero nada más. La suerte me es esquiva la mayoría de las veces. Las cosas no suelen salirme como me gustarían. En historias de amores aún más a menudo. Así que... no me hago ningún tipo de ilusiones. Es más, pensé en no contar más cosas de A., parezco una quinceañera pensando si me gusta o no me gusta, si le gusto o no le gusto, si es tímido, si no se atreve, si yo soy tímida, si no me atrevo y los quince hace mucho que quedaron atrás.
Como veréis cambié de plantilla. Mucho verde, que es el color de la esperanza. Me hace falta.
En cuanto a mi finde... bien, estuvo bien. Quizás un poco empañado porque la primera pregunta que me hacían mis amigos al verme era que qué tal las opos. Salimos vestidos de romanos. Muy buen ambiente por las calles, mucha gente.
Con A. ninguna novedad. La semana pasada estuvo aquí en mi ciudad porque estaba de vacaciones y es lucense también. Hoy empezaba a trabajar. El sábado noche estuvimos hablando bastante tiempo. De mis opos, de su trabajo, de su piso,... Pero nada más. La suerte me es esquiva la mayoría de las veces. Las cosas no suelen salirme como me gustarían. En historias de amores aún más a menudo. Así que... no me hago ningún tipo de ilusiones. Es más, pensé en no contar más cosas de A., parezco una quinceañera pensando si me gusta o no me gusta, si le gusto o no le gusto, si es tímido, si no se atreve, si yo soy tímida, si no me atrevo y los quince hace mucho que quedaron atrás.
Como veréis cambié de plantilla. Mucho verde, que es el color de la esperanza. Me hace falta.