Estos días pensando en los nervios del examen oral y de que los podía dominar se me venía a la cabeza constantemente una situación en la que tuve que dominar los nervios delante de un "tribunal". En realidad no fue una sino que fueron varias y el tribunal eran los espectadores.
Todo empezó en el año 1999. Un amigo mío de la facultad me dijo que iba a ir a un casting para un concurso de la tele y lo acompañé e hice también el casting. Allí nos hicieron un cuestionario, pasaron unas semanas y me llaman. El concurso en cuestión era "
50 por 15" o "
Quien quiere ser millonario" e iba a ir al primer programa de la historia del concurso. Me mandaron un billete y allá que me fui yo sola a Madrid sin haber montado nunca en avión.

La experiencia estuvo bien pero no tuve suerte y me vine para casa con las manos vacías. Al año siguiente por las mismas fechas me llaman diciéndome que están repescando a los concursantes del año anterior que no consiguieron premio y allá vuelvo. Esta vez tuve suerte. Aún recuerdo la pregunta por la que salí al centro "¿Cuántas patas tiene un pulpo?" y que cuando Carlos Sobera dijo mi nombre salí corriendo con los brazos abiertos a abrazarme a él y un trocito de esa secuencia lo ponían en los intermedios cuando anunciaban el programa. Ese día gané 450.000 pesetas de la época que para mí, que aún no había acabado la carrera, me vinieron de perlas.
Allí conocí a un señor que me contó que él había ido a muchos concursos y los premios que había ganado así que me quedé con ese runrún de apuntarme a más. Así fue. El siguiente al que fui fue

a "
El juego del Euromillón", que presentaba Paula Vázquez. Éste era en directo, tuve que ir el día anterior para ver cómo funcionaba y... a concursar. En este no tuve suerte y sólo duré un día, bueno sí me llevé algo, una suscripción a la revista Semana durante un año.

Seguí probando suerte en otro programa en directo, esta vez de la televisión gallega. Lo presentaba Ana Kiro, una cantante muy popular aquí en Galicia. Era un magazine que había por las tardes que se llamaba "
Que boa tarde" (Qué buena tarde) en el que había diferentes secciones incluído un concurso podíamos decir cultural presentado por otro cantante gallego más moderno y rockero, Toñito de Poi. Me planté en la tercera pregunta de cinco posibles y gané 150 euros.

El último al que fui fue a "
El rival más débil", presentado por Nuria González hace ya unos añitos. Lo que más llamaba la atención de este programa era que la presentadora tenía un trato frío y poco amable, criticando y riéndose de los fallos de los concursantes, dejándolos en evidencia. A Nuria le chivaban por el pinganillo lo que tenía que decirnos y ella nos lo decía en los cortes como para hacernos ver que no partía de ella.
Fueron experiencias gratificantes que aplacaron mis ansias de aventura. Fue una época de mi vida.