Y vinieron muchos viajes, que si Benavente, que si Tordesillas, que si Medina del Campo, que si Arévalo, que si Madrid, que ya me conozco la A-6 de memoria, vamos.
Y ahí sigo con mi madrileño, la relación fue a más, los problemas de ánimo se solucionaron salvo casos puntuales y ahora lo que más me preocupa es qué será de nuestra historia. Yo no me quiero mover de Galicia y él no se quiere mover de Madrid así que.... ¿qué pasará?
1 comentario:
Que alegria
por dios!
pense que el tuyo era otro de tantos blog que se cierran sin aviso y te dejan con la interrogante de saber el final
como esas series de tele que no alcanza la cuota de pantalla deseada y los quitan de un plumazo de la parrilla y te dejan huerfano de seguir conociendo la historia
Nunca borré tu enlace de mis favoritos esperando tu regreso....bienvenida
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