miércoles, 28 de abril de 2010

Escaqueo

Hoy dije en el instituto que no podía venir a clase el viernes... porque tenía que ir al médico. Me dijeron si no podía cambiarlo, obviamente dije que no. El lunes les tengo que entregar un justificante así que iré a mi médico a quejarme de mi espolón.

¡Mira que no me podían dar una sustitución en el nocturno en otro momento!

Me siento mal por esta mentira piadosa. No lo puedo evitar. Soy así. Amigas profes con las que hablé del tema me dicen que es que no tengo mentalidad funcionaria. Será eso.

martes, 27 de abril de 2010

Regalo de boda

El sábado tengo boda!!! Se casa mi amiga Lu. Nos conocimos en una residencia de estudiantes de Santiago de Compostela hace 18 años. Desde el principio congeniamos muy bien. Aunque también tuvimos nuestras diferencias.

Me pidió que fuese a su casa a pasar con ella su última noche de soltera. Le dije que sí pero ahora como estoy haciendo la sustitución en el nocturno, salgo a las 10 y media de la noche y si fuera a su casa llegaría sobre las 3 de la madrugada. Así que estoy dispuesta a escaquear. El otro día cuando fui a firmar el contrato a la delegación pregunté si tenía derecho a algún día libre y ¡¡no!!! Pedí vez en mi médico de cabecera para tener un disculpa y me dio a las 13:20, pero claro, entro a clase a las 7 de la tarde con lo que podría venir de vuelta. ¡¡¡A ver qué me dicen!!!

Otra cosa que me trae de cabeza es el regalo. Le queríamos comprar una tele entre cuatro amigos. Por una cosa o por otra aún está sin comprar y además ahora me acaban de llamar y quieren poner cien euros por persona. Yo no me quiero meter en lo que debe de dar cada uno de regalo pero sí que me parece un poco cutre. Sé que ella prefiere dinero y me están entrando ganas de darle dinero y pasar de la tele. No quiero ser cómplice de un regalo de boda con el que no estoy agusto. Aparte de esto quería hacerle un regalillo un poco especial, de amiga cercana, pensé en la liga pero ya tiene dos. ¿Tenéis alguna idea de un regalo especial para una novia?

domingo, 25 de abril de 2010

Todo por unos pelos

Mi padre cumplió 70 años esta semana y hoy tuvimos una comida familiar para celebrárselo. En total éramos doce en la mesa. Esta mañana me levanté tempranito e hice una comida que me salió bastante bien (modestia aparte) para celebrarlo.

Por la tarde fuimos a dar un paseíto por el pueblo y a la vuelta, estando varios de nosotros conversando, se me acerca mi tía (hermana de mi padre) y me dice: "Te quiero decir una cosa. ¿Por qué no le cortas a tu padre los pelos que le salen de la nariz?" Le debí de poner tal cara de sorpresa que me dice "A tu tío también se los corto yo".

Sé que lo hizo con toda la buena intención y que estoy de acuerdo con ella en que no hay cosa más antiestética que ver a un hombre con pelos ahí, pero así como tengo confianza con mi padre para muchas cosas pues no la tengo para decirle eso ni para cortárselos yo.

A partir de ese momento mi cabeza fue un no parar:

- ¿Por qué me lo dice a mí y no a él, que es el interesado? Es su hermano y según me lo dijo a mí también se lo puede decir a él, que se preocupe un poco por su imagen.

- ¿Por qué me lo dice a mí y no a ninguno de mis hermanos? Yo soy la que está pendiente de su ropa, de ir a comprarla con él, de hacerle la maleta cuando se va de excursión, de cambiarle la cama y el pijama, de dejarle calditos hechos cuando me voy por esos mundos de Castilla, etc, etc y ahora ¿también me voy a tener que preocupar de sus pelitos en la nariz?

- ¿Por qué habrá esta manía de quitar toda clase de pelos que al final todos tenemos?

- ¿Por qué c..o tienen que salir pelos en la nariz? ¿Para qué sirven?

- Es muy diferente que ella le corte los pelitos a su maridín que no cortárselos a tu padre.

- Estoy cansada, premenstrual perdida y me viene mi tía con estas cosas precisamente ahora y delante de más gente al oído.

- ¿Qué hago? ¿Lo cuento en el blog o no?

viernes, 23 de abril de 2010

Mis dos días en Zamora

Esta semana fuera de casa fue cortita. El miércoles me fui a Zamora y el jueves a las diez y media de la noche me vine hacia aquí. Tres horitas de viaje y a dormir en mi camita. Hoy viernes es festivo en Castilla y León así que no hay clase.

El instituto está genial. Nada que ver con los anteriores. Se ve que está muy bien organizado y que los profes se llevan bien entre ellos. Por ejemplo, los jueves hay merienda. En el recreo de la tarde, que dura un cuarto de hora sacan de mantel y a compartir un rato alrededor de la comida.

¡Qué bien viven los profes de nocturno! Casi no viene nadie a clase, los alumnos tienen más interés. En principio esta buena vida se me acaba el día 3 de mayo.

Para dormir busqué un hostal por internet, lo elegí porque tenía wifi. Resultó estar en el centro en zona peatonal. Nada más llegar intenté conectarme pero la señal era muy débil y no pude aunque lo intenté varias veces. Se lo conté al señor de recepción pero su única respuesta era que él sí podía y no estaba por la labor de darme otra habitación. No me gustó eso de que no se molestara en cambiarme o intentar solucionarlo.

Lo peor fue a la noche. Mi habitación debía de estar encima de un cuarto de máquinas o algo parecido. Con ese ruido de fondo tuve que dormir. A las 7 de la mañana desperté. No se oían las máquinas sino a gente hablando. No había luz y bajaban las escaleras guiados por las luces de emergencia. Me volví a dormir y enseguida supe que había vuelto la luz porque empezó el ruidito. Decidido. Sería mi primera y última noche en ese hostal.

El jueves por la mañana me dediqué a conocer un poco más Zamora. Me gustó. Ya había estado con mi madrileño. Volví a pasar por los mismos lugares e incluso me acordaba de la conservación que habíamos tenido al pasear por alguna de sus calles. ¡Qué tranquila estoy ahora! Recordé esos momentos con cariño pero no volvería atrás. De paso aproveché para buscar nuevo hostal. Creo que esta vez acertaré. Tiene buena pinta.

Lo peor del paseo fue mi pie. Sigue dándome la lata.

martes, 20 de abril de 2010

A Zamora

Por fin mi móvil recibió la llamada adecuada y ya tengo nuevo destino: Zamora. Stop.

Tengo que dar clases en el nocturno. Stop.

Mañana empiezo. Stop.

Voy a preparar la maleta. Stop.

lunes, 19 de abril de 2010

Espolón

Hace tiempo que me quejo de un dolor en el pie derecho, en la zona del talón, sobre todo al pisar. No es muy fuerte, pero lo suficiente para que deje de salir a andar.

Por fin me decidí a ir al podólogo. Tengo un espolón en el talón. Un espolón es como un sobrehueso que se forma en el hueso del calcáneo, por eso duele al caminar y se alivia con el reposo.


Para aliviar los síntomas tengo que usar plantillas durante 6-8 meses. Excepto cuando ponga sandalias en veranito, ¡¡que no aguantaré todo el verano con zapato cerrado!!. Por lo que me dijo es algo habitual tener espolones, sólo que mucha gente no tiene síntomas y también es común que sea bilateral, en los dos pies.

Ya sé qué me pasa. Ahora paciencia y a ver si vuelvo a caminar sin dolor prontito.

jueves, 15 de abril de 2010

Llamadas

LLevo toda la semana esperando una llamada que me diga cuál será mi próximo destino. El viernes de la semana pasada me llamaron con un número largo, el típico con el que te llaman de centralitas y de organismos oficiales. Siguiendo con la picaresca que me dio tanta suerte la vez pasada, esta vez tampoco cogí el teléfono.


Este martes y miércoles recibí la misma llamada. Y no le cogí. Pero no estaba tranquila. Consulté a un sindicato y me dijeron que por no coger me podían echar de la lista. Por lo poco que sé por Internet sólo me podían llamar de León o de Soria. Me armé de valor y llamé a la delegación de educación de León y de allí no me habían llamado, además me dijeron que si no cogía el teléfono no me echaban de la lista, me mandaban un telegrama y si no respondía sí que lo tomaban como una renuncia de mi parte (¡para fiarse del sindicato!).

Por mis cálculos la llamada del número largo tenía que ser de Soria. ¿O era una paranoia mía? El miércoles me llamaron por la tarde, un poco raro para ser de un organismo público en el que sólo se trabaja por la mañana. Hoy me volvió a llamar el dichoso numerito y armada de valor pensando que igual era Soria, respondo. ¿Quién era? El Cuadrado de Lectores por si quería recibir su revista. Un poco más y los mando a freír espárragos.

Definitivamente era una paranoia. Sigo en casita esperando a recibir esa llamada que me diga mi destino. Cruzando los dedos para que quede lo suficientemente cerca de mi casa como para poder irme los lunes por la mañana a trabajar. ¿Pido mucho?

lunes, 12 de abril de 2010

Despedida en León

Este sábado fue la despedida de mi amiga Lu. Después de barajar diferentes ciudades, la elegida fue León. En un principio íbamos a ser 12 personas pero poco a poco se fueron dando de baja y quedamos 5. Iba a ser una despedida íntima. Muy íntima.

El sábado por la tarde nos reunimos y nos llevamos a la novia. Ella no sabía a dónde iba. Por el camino le íbamos diciendo sitios diferentes que la despistaban totalmente, que si Valladolid, que si Astorga, que si Ponferrada, que si Benavente y después ya vio que cogíamos la autopista hasta León. Se alegró porque es una ciudad que le gusta mucho. Allí nos estaba esperando Lo, nuestra amiga burgalesa.

¡Qué ambientazo hay en León! Nada más llegar nos fuimos de vinos y nos encontramos con más despedidas. Tomábamos vino del Bierzo, un vino que como me dijo una señora de un bar, era traicionero. Después de tres o cuatro vinos teníamos una alegría en el cuerpo poco usual, sobre todo Lo y yo. A las diez y media teníamos cena-espectáculo con dragqueens.

Allí más vinito del Bierzo y una cena que dejaba mucho que desear, te la venden muy bien pero era todo escaso y frío, que llevaba preparado tiempo. Llegando al postre Lo se empezó a encontrar mal, de hecho devolvió encima de la mesa incluso. La sacamos afuera a que le diera el aire, subimos y la que me encontré mal fui yo. ¡Vaya dos!


Como teníamos el hostal muy cerca le propuse a Lo irnos a dormir media hora y unirnos después. Eran las doce y media de la noche. En buena hora. Cuando me desperté, completamente vestida, botas, bolso y chaquetón incluídos, eran las 5 de la mañana. Las otras amigas nos habían llamado por teléfono pero no lo oímos.

Así que... tengo una rabia... Después de haberlo estado planeando tanto tiempo, fui a León a dormir. El domingo ya sí lo disfrutamos todas juntas, nos fuimos a un spa, a comer cecina, nos tomamos un helado y vuelta para casa.

Sin duda una despedida diferente.

miércoles, 7 de abril de 2010

Cerrando círculos

Un décimo nos unía. ¿Os acordáis? Mi madrileño y yo habíamos comprado un décimo en Ávila y nos tocaron 120 euros. 60 para cada uno. Le propuse ir yo a Madrid a darle su parte del premio y a hacerle una visita. No quiso. Me dijo que no le importaba comer conmigo o tomar un café o unas cañas, pero si eso suponía pasar la noche juntos prefería que no. Me dolió pero lo respeté. Lo cierto es que con esa disculpa yo sí que buscaba una noche más juntos, sin más implicaciones, sin pensar en volver, para recordar viejos tiempos y saborear otra vez sus cariñitos.

Esa noche no va a existir. Uno de mis últimos días en Benavente le ingresé su parte en el banco. Fue un momento doloroso para mí. Estoy bien así, sin él. Sé que nuestra relación no tenía futuro porque ninguno de los dos estaba dispuesto a cambiarse de ciudad pero era decir un adiós, cerrar un círculo.

Esta Semana Santa lo eché más de menos que nunca, hace dos años, empezando nuestra historia, cuando llevábamos poco más de un mes me fui a pasarla a Madrid. El año pasado volví. Este año aunque no nos vimos sí soñé con él, que iba a su casa a darle una sorpresa y me recibía como si no hubiera pasado nada, con muchos besos y abrazos. Era eso, un sueño.

Por eso hoy me acordé de Paulo Coelho y de sus reflexiones cuando se trata de acabar con una etapa en la vida. Tenía que cerrar mi círculo.

lunes, 5 de abril de 2010

¿Hasta cuándo Benavente?

Cuando me fui la primera vez de Benavente era con una sensación de "Hasta luego", algo me decía que iba a volver. Y se cumplió. Esta vez no tengo esa sensación. Creo que volveré por allí algún día, porque ya estaba acostumbrada a las rutinas del pueblo, porque me gustaba su biblioteca para estudiar y sobre todo porque allí está A.


Me propuse que cada vez que me dieran un nuevo destino, tenía que sacarle una foto a la salida del pueblo. Esta vez, dentro del coche y lloviendo, el parabrisas me jugó una mala pasada. Estaba casi en la entrada de la autovía, acababa de ver un coche de Tráfico y no podía volver atrás. Igual es una señal de que vuelvo pronto. En unos días lo sabré y lo sabréis vosotros.