Susto

Ya estoy en Benavente de nuevo. ¿Y quién es la primera persona que veo al bajarme del coche? El profe al que sustituí en el otro instituto. Esto es un pueblo, pueblo, así que ahora me encuentro con los niños a los que le di clases antes, a los profes del otro instituto, a la de la fotocopiadora,... Hasta ayer me encontré con A por la calle sin haber quedado.

Estoy bien, contenta. Aunque este domingo me llevé un buen susto con mi papi. Estábamos en mi pueblito y fuimos a un entierro de un vecino. Para llegar a la iglesia hay que subir una cuesta. A mi papi le cansa subir cuestas, aunque anda mucho, las cuestas lo fatigan. Entramos en la iglesia, había mucha gente y tuvimos que quedarnos de pie. Estaba delante mío, llevábamos como 10 minutos cuando mi papi se desploma. Tuvimos que sacarlo para fuera. Enseguida volvió en sí. Le dimos azúcar por si era un bajón (es diabético). Y... ¡otra vez se desmaya! Esta vez estaba hablando con él y me llevé un susto tremendo, con los ojos en blanco, ... Pensé en lo peor. Sólo sabía decir: "Papá! Papá!". Otra vez volvió en sí y enseguida vino una ambulancia a buscarlo.

Una vez en urgencias supimos la causa de sus desmayos. Se había tomado Vernies (nitroglicerina), una pastilla sublingual que llevan consigo los enfermos del corazón para tomar en caso de dolor y que hace bajar la tensión. Pues resulta que un "amigo" le dijo que él las tomaba cuando estaba cansado o después de un esfuerzo. Como si fuera un caramelo, vamos. Y a mi papi le pareció una buena idea. En buena hora. Espero que le sirva de escarmiento.

Lo dicho, que fue un susto, que está perfecto otra vez, que me llevé yo más susto que él.