martes, 24 de noviembre de 2009

Mi hermana

Hoy le toca el turno a mi hermana. La marquesa. Así es como la llama mi padre y esta palabra ya dice mucho de su actitud en casa, porque mi padre no hará nada pero ojos tiene.

Trabaja a turnos: una semana de mañana, una de tarde y otra de noche. Si trabaja de mañana, sale a las 3 con lo que cuando llega y estoy yo ya tiene la comida hecha. Si trabaja de noche duerme toda la mañana, se levanta a las 3 y ya tiene la comida hecha. Si trabaja de tarde entra a las 3 pero mira tú por donde que siempre tiene algo que hacer, que si se apuntó a un máster, que si tiene que ir a clase a la facultad (está estudiando su tercera carrera y ya no sé si estudia porque le gusta o porque así se libra de hacer las cosas de casa) .¿Y quién hace la compra? ¿Y la comida? Servidora.

La comida tiene su hora y bueno, vale, vamos a perdonarle, la marquesa está menos libre que yo, pero.... la lavadora y la secadora no tienen hora fija, ¡bien!, puede poner lavadoras y secadoras, recoger la ropa, doblarla,... pero... es que no se da cuenta! ¿Y quién me lo dice a mí? ¿Por qué me doy cuenta yo sola?

Lo mismo pasaba con la plancha y con la limpieza hasta que un día me harté y propuse contratar una persona para que lo hiciera pagándole entre los de casa. Estuvimos todos de acuerdo y yo la que más.

2 comentarios:

Sara dijo...

"en todas las familias cuecen habas y en la mia calderadas"
es un dicho popular
ahh la familia...menos mal que a los amigos los elegimos
Me gusta que nos cuentes otros aspectos de tu vida
un saludo

Josep dijo...

Parece que la relación con tu hermana está naufragando...
Creo que siempre vale la pena hacer algun esfuerzo para estar bien con las personas próximas, con las que casi inevitablemente vamos a tener que compartir momentos futuros de nuestra vida.
Pensamientos del tipo "¿es que no lo ve?" son siempre negativos en una relación personal, indican falta de empatía y que no hemos sabido o nisiquiera hemos intentado ponernos en el lugar de la otra persona (lo cual queda claro al utilizar calificativos despectivos como "marquesa").
Por supuesto es muy atrevido por mi parte hablar de quién no se conoce, y la verdad, creo que probablemente tu hermana tiene una cara dura como el cemento, es una vaga y una egoísta...
pero no estaría de más que simplemente, en buen tono y con buenas palabras, de forma clara y sin indirectas, le pidieras ayuda en las faenas comunes. Explícale como te sientes tú con todo el trabajo de la casa, pero sin reproches ni críticas hacia ella. Quizá no consigas que haga los caldos, pero casi seguro que vas a obtener más ayuda y una mejor relación. Y hablando, hasta igual te sorprendes de saber que ella también se sentía mal con la situación.
Vete a saber, quizá tu has adoptado un papel de madre y los otros se han dejado (por comodidad, pero no puedes reprocharles TUS decisiones), o quizá tu hermana piensa que es injusto que le pidas ayuda SÓLO a ella (quién sirve para viajar también sirve para cocinar, no sé si me explico...). El trabajo de casa es una obligación de todos.
Ánimo, llevarse bien con una hermana vale mucho y tu puedes arreglarlo, como ya hiciste con la plancha y la limpieza: tomar la iniciativa y hacer propuestas positivas, esas son las actitudes que dan más resultado y hacen la vida mejor.
Bueno, si consigues ayuda ¡no olvides contárnoslo!