jueves, 19 de noviembre de 2009

Vida sana

Este mes empecé a ir al gimnasio. Mi amiga Pau es la culpable. Llevaba desde septiembre intentando convencerme de que me apuntara pero yo me negaba. Después de ir a un curso, en octubre, donde nos hablaron entre otras cosas de ansiedad y nos recomendaron el ejercicio físico como una forma de combatirla empecé a pensar: "¿por qué te niegas?, prueba." Y probé. Y bien, estoy contenta.

Además de la ansiedad, me sobran (muchos, como 15) kilos así que mataba dos pájaros de un tiro. Pero no. Después de tres semanas puedo decir que una hora y media diaria de gimnasio no adelgaza. Me siento mucho mejor y noto el cuerpo diferente pero ni un kilo menos. ¿Por qué? Porque mucho gimnasio pero también mucho chocolate, pan, turrón, heladitos mini,... Todo muy dietético.

Hoy dije basta. Empiezo dieta. Una dieta sana. Comer de todo pero de todo poco. Vida sana.

2 comentarios:

Maitasun dijo...

Pues eso, dieta, pero sana y con control, eh???
Y no dejes el gimnasio!

Buen finde

Besotes

Laura dijo...

Tienes toda mi admiración sólo por pisar un gimnasio. A mi me dan urticaria.
Ánimo con la dieta.