Mejor

Mejor, así es como me va la vida. Estoy más contenta porque parece que veo las cosas de color gris claro y no negro como hasta hace poco.

Y por qué no decirlo, mi madrileño tiene algo de culpa en ello. Ayer volvimos a hablar por el messenger y volví a ver que tenemos mucho en común y sobre todo algo a lo que yo le doy mucha importancia: mi pueblo. Su madre es de un pueblo de una provincia cercana a Madrid al que va mucho, tienen una huerta como tenemos nosotros, detalles que me acercan a cualquiera con más rapidez. Me acaba de mandar un sms para que juguemos una partida de ajedrez virtual. Sólo espero perder con dignidad, hace mucho que no juego.

No quiero hacerme demasiadas ilusiones, quiero pensar fríamente porque a veces me dejo llevar por impulsos que me llevan a decepciones.